Jesús es arrestado

Comunidad

Recordando lo que ha estado pasando en la vida de cada uno desde la última vez que nos vimos, ¿Qué es eso por lo que estamos agradecidos?
¿Qué nos ha estresado esta semana y qué necesitamos para que las cosas mejoren?
¿Qué necesidades hay en nuestra comunidad y cómo podemos, como familia en la fe, apoyarnos para atender estas necesidades?
¿Cuál fue la historia la última vez que nos reunimos? ¿Qué aprendimos sobre Dios y las personas?
En nuestra última reunión, decidimos aplicar lo que aprendimos. ¿Qué hicimos y cómo nos fue?
¿Con quién compartimos algo de la historia anterior? ¿Cómo respondieron?
Identificamos varias necesidades la última vez que nos reunimos y planeamos atender esas necesidades. ¿Cómo nos fue?
Ahora, leamos la historia de Dios de hoy...

Mateo 26:36-56

³⁶ Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a Sus discípulos: «Siéntense aquí mientras Yo voy allá y oro». ³⁷ Y tomando con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. ³⁸ Entonces les dijo*: «Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quédense aquí y velen junto a Mí». ³⁹ Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras». ⁴⁰ Entonces vino* Jesús a los discípulos y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: «¿Conque no pudieron velar una hora junto a Mí? ⁴¹ Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil». ⁴² Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: «Padre Mío, si esta copa no puede pasar sin que Yo la beba, hágase Tu voluntad». ⁴³ Vino otra vez Jesús y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño. ⁴⁴ Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, y dijo otra vez las mismas palabras. ⁴⁵ Entonces vino* a los discípulos y les dijo*: «¿Todavía están durmiendo y descansando? Vean, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. ⁴⁶ ¡Levántense! ¡Vamos! Miren, está cerca el que me entrega». ⁴⁷ Mientras Jesús estaba todavía hablando, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. ⁴⁸ El que lo entregaba les había dado una señal, diciendo: «Al que yo bese, Él es; lo pueden prender». ⁴⁹ Enseguida se acercó a Jesús y dijo: «¡Salve, Rabí!». Y lo besó. ⁵⁰ «Amigo, haz lo que viniste a hacer», le dijo Jesús. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y lo arrestaron. ⁵¹ Y uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja. ⁵² Entonces Jesús le dijo*: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán. ⁵³ ¿O piensas que no puedo rogar a Mi Padre, y Él pondría a Mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? ⁵⁴ Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras que dicen que así debe suceder?». ⁵⁵ En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que me arrestaban? Cada día me sentaba en el templo para enseñar, y no me prendieron. ⁵⁶ Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas». Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

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Aplicación

Ahora, pidamosle a alguien que vuelva a contar la historia, pero está vez, con sus propias palabras, como si se la estuviera contando a un amigo que nunca la ha escuchado. Ayudémosle si deja algo por fuera o agrega algo por error. Si esto sucede, podemos preguntarle: "¿Dónde encuentras eso en la historia?"
¿Qué nos enseña esta historia acerca de Dios, Su carácter y lo que Él hace?
¿Qué aprendemos acerca de los seres humanos, incluyéndonos a nosotros mismos, en esta historia?
¿Cómo pondremos en práctica esta semana, la verdad de Dios reflejada en esta historia? ¿Qué acción o cosa específica haremos?
Antes de que nos volvamos a encontrar, ¿Con quién vas a compartir una verdad de esta Historia? ¿Conoces a alguien más que le gustaría descubrir la palabra de Dios en esta aplicación como lo estamos haciendo nosotros?
Ahora que nuestra reunión llegó a su fin, decidamos cuándo volveremos a reunirnos y quién facilitará nuestro próximo encuentro.
Te animamos a que anotes lo que has dicho que vas a hacer y a que vuelvas a leer esta historia días antes de volvernos a reunir. El facilitador les puede compartir el texto o el audio de la historia si alguien no lo tiene. A medida que avanzamos, pidámosle al Señor que nos ayude.

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