La Crucifixión

Comunidad

Recordando lo que ha estado pasando en la vida de cada uno desde la última vez que nos vimos, ¿Qué es eso por lo que estamos agradecidos?
¿Qué nos ha estresado esta semana y qué necesitamos para que las cosas mejoren?
¿Qué necesidades hay en nuestra comunidad y cómo podemos, como familia en la fe, apoyarnos para atender estas necesidades?
¿Cuál fue la historia la última vez que nos reunimos? ¿Qué aprendimos sobre Dios y las personas?
En nuestra última reunión, decidimos aplicar lo que aprendimos. ¿Qué hicimos y cómo nos fue?
¿Con quién compartimos algo de la historia anterior? ¿Cómo respondieron?
Identificamos varias necesidades la última vez que nos reunimos y planeamos atender esas necesidades. ¿Cómo nos fue?
Ahora, leamos la historia de Dios de hoy...

Lucas 23:32-56

³² También llevaban a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con Él. ³³ Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. ³⁴ Y Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos. ³⁵ El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se burlaban de Él, diciendo: «A otros salvó; que se salve Él mismo si Este es el Cristo de Dios, Su Escogido». ³⁶ Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a Él y le ofrecían vinagre, ³⁷ diciendo: «Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a Ti mismo». ³⁸ Había también una inscripción sobre Él, que decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS». ³⁹ Uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: «¿No eres Tú el Cristo? ¡Sálvate a Ti mismo y a nosotros!». ⁴⁰ Pero el otro le contestó, y reprendiéndolo, dijo: «¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? ⁴¹ Nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero este nada malo ha hecho». ⁴² Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino». ⁴³ Entonces Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso». ⁴⁴ Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena, ⁴⁵ al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. ⁴⁶ Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu». Habiendo dicho esto, expiró. ⁴⁷ Al ver el centurión lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: «Ciertamente, este hombre era inocente». ⁴⁸ Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho. ⁴⁹ Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas. ⁵⁰ Había un hombre llamado José, miembro del Concilio, varón bueno y justo, ⁵¹ el cual no había estado de acuerdo con el plan y el proceder de los demás, que era de Arimatea, ciudad de los judíos, y que esperaba el reino de Dios. ⁵² Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, ⁵³ y bajándolo, lo envolvió en un lienzo de lino, y lo puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía. ⁵⁴ Era el día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. ⁵⁵ Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo. ⁵⁶ Cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes. Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento.

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Aplicación

Ahora, pidamosle a alguien que vuelva a contar la historia, pero está vez, con sus propias palabras, como si se la estuviera contando a un amigo que nunca la ha escuchado. Ayudémosle si deja algo por fuera o agrega algo por error. Si esto sucede, podemos preguntarle: "¿Dónde encuentras eso en la historia?"
¿Qué nos enseña esta historia acerca de Dios, Su carácter y lo que Él hace?
¿Qué aprendemos acerca de los seres humanos, incluyéndonos a nosotros mismos, en esta historia?
¿Cómo pondremos en práctica esta semana, la verdad de Dios reflejada en esta historia? ¿Qué acción o cosa específica haremos?
Antes de que nos volvamos a encontrar, ¿Con quién vas a compartir una verdad de esta Historia? ¿Conoces a alguien más que le gustaría descubrir la palabra de Dios en esta aplicación como lo estamos haciendo nosotros?
Ahora que nuestra reunión llegó a su fin, decidamos cuándo volveremos a reunirnos y quién facilitará nuestro próximo encuentro.
Te animamos a que anotes lo que has dicho que vas a hacer y a que vuelvas a leer esta historia días antes de volvernos a reunir. El facilitador les puede compartir el texto o el audio de la historia si alguien no lo tiene. A medida que avanzamos, pidámosle al Señor que nos ayude.

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