²⁶ Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. ²⁷ Porque todos los que fueron bautizados en Cristo, de Cristo se han revestido.
²⁸ No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús. ²⁹ Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
¹ Digo, pues: mientras el heredero es menor de edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño de todo, ² sino que está bajo guardianes y tutores hasta la edad señalada por el padre. ³ Así también nosotros, mientras éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas elementales del mundo.
⁴ Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, ⁵ a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. ⁶ Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: «¡Abba! ¡Padre!». ⁷ Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.
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